ASÍ SON LOS HEAVYS
La principal característica del heavy es una larga melena que puede variar en su composición: rizada, lisa o de un aspecto sospechoso. También destaca entre ellos el color negro, por este motivo, una marea de heavies es fácil de identificar. A partir de ahí, la indumentaria puede ser similar en este tipo de personas. Suele constar de un pantalón ajustado de cuero o vaqueros de pitillo seguidos de unas botas militares, botas normales y simples zapatillas Converse All-Star o de imitación.
Un heavy lleva habitualmente la camiseta de sus grupos favoritos, que destacan por contener la portada de los discos de éstos, por eso dichos grupos trabajan tanto sus portadas y en ocasiones son auténticas obras de arte. Suelen forrar sus cuerpos con cazadoras o “chupas” de cuero o vaqueras, conteniendo muchas de ellas chapas con logotipos de grupos influyentes o expresiones.
Algunos heavies portan sombreros o gorras para dar una imagen seria mezclada con éxtasis musical.
En la cara, muchos de ellos llevan barba o experimentan con ella. Además, los miembros de ciertos grupos pintan sus rostros para interpretar a personajes o para evitar ser reconocidos.
Algunos de ellos adornan sus brazos con pulseras de pinchos o muñequeras, aunque esta tendencia es más típica de los “punkies”.
Otros símbolos que suelen portar son cruces invertidas, tatuajes bien elaborados, pendientes en las orejas, y les encanta beber lo que ellos llaman la bebida heavy (calimocho) y cerveza.
La apariencia de los heavies es parecida en cierta medida a la de los motoristas.
El heavy es además de un estilo musical una actitud: una forma de vida. Se nota también en su jerga, donde utilizan términos musicales y palabras relacionadas con este mundo.
En cuanto a los gestos que envuelven su
atmósfera, destaca la mano cornuta, con el dedo índice y meñique estirados y el resto encogidos. Algunos también estiran el pulgar (foto), aunque se dice que es más típico de los punkies. Dicho gesto parece que fue extendido por Ronnie James Dio durante su época con Black Sabbath, que lo copio de su abuela ya que ésta lo utilizaba para ahuyentar a los espíritus. El vocalista de Kiss, Gene Simmons, se atribuye también este mérito ya que afirma que fue el primero en hacerlo en un concierto.
Los heavies también sacuden la cabeza ("HeadBanger") agitando sus melenas cuando escuchan su música o partes especialmente emotivas. Se utiliza en un momento de excitación especial ante la grandilocuencia que destella la música escuchada. Aunque poco bailable, la música heavy metal conlleva una serie de movimientos que dan lugar a un rudimentario tipo de baile conocido como "slam". Dentro de este tipo de gestos el más común es hacer que se toca un instrumento (típicamente la guitarra) en un gesto que se ha dado en llamar "Air Guitar". Son gestos que resultan emocionantes aunque haya gente que no sea capaz de entenderlos.
En España, la imagen del heavy era la de una persona “chula”, drogadicta, marginada e incluso peligrosa. Por suerte, esta visión se ha ido extinguiendo, aunque la gente más fina les tenga miedo o piense mal de ellos sólo por su forma de ser, de vestir o de pensar. Muchos piensan que la higiene en los heavies es algo que no existe, pero es real y totalmente normal que un heavy, por mucho pelo largo y aspecto oscuro que tenga, lleve una higiene personal admirable e incluso más elevada que la de otro tipo de personas.
La actitud del heavy que tiene un grupo es especial. Éste, con sus compañeros de banda, tiene un especial sentimiento de amistad y de apoyo. Además, con el tiempo, los heavies han adquirido ideales de libertad romántica y de ecologismo, además de las reuniones multitudinarias de grupos en pleno campo si es necesario pero con un objetivo en común: escuchar buena música y pasar grandes momentos con tus amigos.
El heavy metal realmente produce una conmoción íntima al verdadero seguidor de este tipo de música. En un concierto de heavy metal se explota dicho sentimiento hasta la catarsis. Es conocido que muchos grupos de otros géneros de música moderna tienden a endurecer sus "performances" como un fiel reflejo de lo que el heavy consigue en directo. Apoyando el contundente sonido propio del género tenemos una gran variedad de efectos visuales que van desde la luminotecnia pasando por desfiles de motocicletas en el escenario.
Muchos elementos propios y ajenos al heavy metal se aparecen rodeados de un halo de violencia a ojos del profano. K.K. Downing, guitarrista de Judas Priest, alaba positivamente la energía y dinámica que despide el metal como terapia revitalizante para los jóvenes.